Coincidiendo en el tiempo con la preparación de la publicación de “Memorias de un misionero jesuita en Pucará”, he tenido la suerte de ver cómo se publicaba en Ediciones Encuentro un libro escrito entre Noelia García Ayuela y yo, precisamente sobre misioneros. Su título es Cuando todos se van, ellos se quedan. Se trata de entrevistas a monjas y sacerdotes misioneros en zonas de guerra o conflicto. Las historias que se narran en él son excelentes; dignas de ser leídas. Uno se siente orgulloso de hombres y mujeres así. Son vidas de película. Salen de su país, recorren miles de kilómetros; ejercen de profesores, administradores, médicos, psicólogos, relaciones públicas, transportistas, promotores inmobiliarios, defensores de los trabajadores, padres adoptivos, mediadores en conflictos… Remunerar su labor sería imposible, pues no tienen precio.
Pero las guerras, que no hacen distinción, muchas veces les atrapan a ellos también. Cuando se plantea la disyuntiva de quedarse o volver a casa, ellos se quedan, pase lo que pase….
Pablo Gutiérrez